Manuel Bajo Diez
10 de julio de 2018 a las 17:36
A VUELTAS CON LA LEY DE HIERRO DE LAS OLIGARQUÍAS
Establecida una oligarquía en cualquier organización -Partido político,
Fundación, Asociación Cultural o del tipo que sea, etc.- sus miembros
se olvidan de los dignos fines que les llevaron a asociarse. Y para
conservar la birria y el indigno poder al que acceden, generan todo tipo
de falsos argumentos: que si la ortodoxia; que si las normas
fundacionales y su inventada intangibilidad;
que si las propuestas para la acción a las que les faltan la exigencia
de demostración del ADN de la ortodoxia, que si, que si... Todo fruto
del miedo a que les toquen el podercito. Es lo que tiene la paranoia.
Todos los que discrepe, puntialicen, aclaren, son enemigos a excluir.
Me recuerdan un chiste de Forges en el que el marido, pancarta al
hombro, le dice a su mujer: ¡María, me voy a la manifestación en favor
de los derechos de la mujer. Como cuando regrese no esté la comida en la
mesa, te rompo la pancarta en la espalda!"
Pero quizás yo exagere.